domingo, 1 de abril de 2007

Andahuaylillas y la Capilla Sixtina de las Américas

Andahuaylillas es un distrito de la provincia de Quispicanchi a unos 40 Kms. al oriente de la ciudad Imperial del Cusco y a 3100 m.s.n.m. Su nombre original fue Antawaylla ("anta": cobre, "waylla": pradera) traduciéndose como "pradera cobriza", que posteriormente se españolizó en "Andahuaylas"; pero al existir una provincia más grande con el mismo nombre en el departamento de Apurimac, su nombre fue transformado en diminutivo para evitar confusiones.


Andahuaylillas es un pueblito muy acogedor, con un clima abrigado bastante benigno como consecuencia de encontrarse rodeado de montañas y a la ribera izquierda del río "Vilcanota" que más abajo se denomina "Urubamba"; sus tierras tienen una fertilidad privilegiada y su gente es tranquila y amigable.


En su extensa Plaza Principal, adornada con "pisonaes" y palmeras se encuentra su más valiosa joya: la Iglesia colonial de Andahuaylillas, considerada como la "Capilla Sixtina" de las Américas, por la calidad de los trabajos de arte que se encuentran en su interior. Fué mandada a construir por los jesuitas en 1850.


Esa iglesia fue construida sobre alguna construcción Inkásica importante, posiblemente una "Waka" ya que las bases de la iglesia fueron hechas con andesitas labradas propias de la arquitectura religiosa Quechua; a su vez, en los alrededores se encuentran restos de otras construcciones Inkásicas, resaltando la portada de arquitectura transicional (transición de lo Inka a lo colonial) al costado occidental de la iglesia con esculturas de dos cuadrúpedos en su dintel.

Es impresionante la cantidad de frescos que recubren las paredes y especialmente el cielo raso con motivos geométricos y flores con adornos dorados. El Altar Mayor es barroco y está tallado en cedro y dorado con hojas de oro en cuya porción central superior se encuentra la imagen en bulto de la "Virgen del Rosario", su tabernáculo está cubierto con planchas de plata repujada y también tiene una espejería inferior colocada para reflejar la luz de las velas y la que ingresa por la puerta para así ayudar a la iluminación interior.


Sobre el arco toral se observa un lienzo de la "Virgen de la Asunción" atribuida al pintor español Esteban Murillo.

Afuera, a un costado del atrio de la iglesia se hallan tres cruces esculpidas en andesita, todas grandes siendo la central de mayor tamaño; éstas representan la Santísima Trinidad del Catolicismo, es decir, el Padre, Hijo y Espíritu Santo.